Hoy me desperté temprano
asustada por el timbre
de mi gran despertador
me levanté a la carrera
me recogí los cabellos
Corrí entonces al jardín
Yo saludé al nuevo día
saludé a nuestro señor
y pensándolo mejor
me puse una sonrisa
no la de todos los días
sino la de festejar
La de agazajar la vida
la de salir a pasear
la de mirar a las caras
y unos cachetes besar.
En mis brazos recogí
Un ramillete de abrazos
Para dar y compartir
Sin que se acaben al fin.
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