Comiendo
La veo comerse ese banano con ganas. Es como si se tratara del último de la tierra o a lo mejor quizá, el último de su existencia.
Un hambre ancestral la domina. Es el hambre de este mundo viejo y triste.
Lo consume con saña. No hay suavidad ni deseo de prolongar el placer. No; es comer por comer, sin pensar, sin degustar, ni disfrutar siquiera.
¡Ah vaina!
Patricia Lara Pachón
>^-^<
No hay comentarios:
Publicar un comentario