Tango
Un día
cualquiera surgió de debajo de la tierra. La luz se filtraba por entre
las hojas verdes, y colores absurdamente brillantes le encandilaban un
poco. Vio animales minúsculos desplazarse por la tierra, y otros
similares pero con alas doradas ir de flor en flor. Vio nidos con
polluelos que piaban afanados mientras sus padres en frenesí los
atendían.
Escuchó los pitos de los autos, y la
gente transitar presurosa. A pesar del ruido y los afanes no tuvo temor
alguno. Se sintió muy seguro al escuchar que Medellín florecía.
Patricia Lara P
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