Papá
Salí a pasear con papá. Nunca lo había hecho, y yo creía que nunca lo haría de nuevo.
Sonreí
al pensar que él jamás habría salido conmigo sola. La sociedad en
aquella época habría podido verlo con malos ojos. O por lo menos eso
era lo que él decía que pensaba.
Caminaba yo a veces con prisa, otras muy lentamente mientras lo observaba a mi lado.
Miraba
el cielo azul colarse por las ramas de los árboles de infinidad de
colores, rojos, verdes, amarillos, café y todo ese colorido intermedio
entre ellos.
El pasto verde y húmedo mojaba mis zapatillas rojas. Las más felices.
No sé si mi estado de ánimo era de felicidad o solo excitación por la compañía de mi padre y lo que pensaba hacer.
Yo,
quería deshacerme de él, de su recuerdo. Así, que en la parte más alta del
acantilado, destapé el recipiente que lo contenía y arroje sonriendo muy
feliz, sus cenizas al viento.
Adiós papá, adiós recuerdos tristes. Hola felicidad.
Patricia Lara P
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