lunes, 27 de noviembre de 2017

Patricia: La dama de azul

Esto lo hice pa' una jotico de la Doña... la imagen es del muro de Patricia:

La dama de azul, del azul paraje
La dama de azul, del azul paraje,
llegado ya el tiempo de la Navidad
decidida se halla a cambiar el paisaje
con luces alegres de festividad.
La luna amarilla, recelosa, observa
el cambio colorido que pronto ha logrado
y también, mimosa, se adorna con conservas
y tiara radiante de dulces abrillantados.

Al azul paraje, dejó su señora,
poblado de cocuyos multi coloridos
y, para sí misma, se dispone ahora,
de cintas y estrellas, a hacerse un vestido.

Es tiempo de fiesta, es tiempo de amor
Y la dama de azul, del azul paraje
celebra las fiestas con todo esplendor
con frutas, galletas y hasta con brebajes.

En el firmamento también la acompañan
luceros, cocuyos, estrellas fugaces
que con luz hermosa el paraje bañan
esperando al Niño que ya casi nace.


B. Osiris B.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Otras plantas silvestres





Centavito




Con frecuencia pienso "recuerdo" a mi abuela.
Por estos días vino a mí memoria. Que tenía en una vasija que colgaba una hermosa planta que llamaba "centavito". Me dí a la tarea de buscarla y la encontré en un baldío cerca al centro médico. Agarré un trocito de la planta. Pero un día antes, había ido a un vivero y había adquirido dos variedades más. Incluso una de ellas al parecer se da bien en el agua.
Me encanta ver crecer las plantas en mi casa y bajo mi cuidado.
Ahí les dejo para que las observen.

Desnuda



Desnuda

Me desnudo en palabras
y te cuento;
que fui feliz un día sí
y otro no.
Que tuve muchas ilusiones
y otras tantas decepciones.
Que la vida
como agua cristalina y suave
me llevó por tramos;
por otros
me golpeó.
Raudamente una roca, un madero,
una caída profunda
y de nuevo;
placidez parcial.
Temiendo o añorando.
Me desnudo en palabras
ahogadas unas,
cantarinas otras
reales todas.

Patricia Lara P.






>^-^<

domingo, 12 de noviembre de 2017

Miedo

Miedo

De que al fundirte en mis labios mis besos no te gustaran
de que al juntar nuestros cuerpos el mio no te bastara
miedo de que yo me fuera, miedo de que te marcharas
Y ¿luego de tantos años? ¡Miedo de verte a la cara!
De que el pasado me cobre la oportunidad que en ti dejara
miedo de seguir queriendo tener lo que rechazara
Más miedo me daba -en secreto- que por otra me dejaras
y por mi miedo y mi pena evité que algo pasara
Hoy que ya no tengo miedo, quisiera que regresaras
pero el tiempo es implacable y nos las cobra muy caras
Ya a mis años este miedo en nostalgia se ha tornado
y viendo todos los frutos y logros que has coronado
me alegro mucho por ti, aunque no estés a mi lado
¿Qué me queda en el silencio de esta humilde vida mía?
El regocijo de tu voz, de tus triunfos, la alegría
el saberte tan querido y tus logros del día a día
Ahora me queda el recuerdo de toda tu cortesía
y querer saber si hubiese habido algo cómo sería
y un gustico aquí, en el alma, porque el miedo de esos días
ahora es precioso refugio que me regala alegría
Ya no temo confesarte que, a mi modo, ¡te quería!
y que por muchas razones de tu afecto yo rehuía
¡Qué más da!, si en la distancia, tu congoja aún la hago mía
¡qué más da, si es que a la larga me quisiste y te quería!

B. Osiris B.

sábado, 11 de noviembre de 2017

La mujer de Ramón

La Mujer de Ramón

La Mujer de Ramón no sabe si aún lo ama. No sabe si lo desprecia. La Mujer de Ramón no sabe si le gustan sus besos, no sabe ni a qué huele el buen Ramón.
No sabe si ese extraño que conoció le dice la verdad... o le miente: no sabe que es casado, como Ramón,
pero no con ella. ¡Ay, la mujer de Ramón!
La Mujer de Ramón no sabe que su marido la sigue, no sabe que la vio entrar en el hotel con ese extraño tan buenmozo..
La Mujer de Ramón no sabe que huele a “jabón chiquito”; tampoco sabe que esa sonrisa tan radiante después de tanto sexo clandestino, brilla como un sol y es una grosería.
La Mujer de Ramón no sabe por qué lee due le tanto para orinar, ni por qué su galán recién adquirido no le atiende el teléfono... ¡tan bien que la pasaron!
La Mujer de Ramón no sabe por qué no usó condón. ¡Ay, la mujer de Ramón!... Ella no sabe que su galán, tan dulce, tan adulto, tan ardiente, ¡tan educado!, es seropositivo. No, ella no sabe.
B.Osiris B.
Ahí le dejo eso, Doña Patricia...

En serio

 A mis hijos


En serio, en serio, en serio.  Necesito, quiero deseo.
Que me perdones si sin querer, por el orgullo de ser tu madre, te expuse demasiado.  
A lo mejor las personas te odiaron por mi cháchara maternal.  En serio, fue mi amor por ti el responsable.
Hoy, mirando hacia atrás no lo percibo, no lo siento así.  Pero leo a otras madres. Hablar con tanto orgullo de sus hijos.  Incluso de los malos comportamientos de ellos. (¿Los confunden con inteligencia?).  Y no.  Obnubilados como estamos vemos bello lo feo.
En serio.  Lo siento mucho hijos míos.

Patricia Lara P

Ella (la que soy)


Ella (la que soy)

Relegada, en algún rincón de mi alma
se refugia de mis iracundias cotidianas
y regresa a asomarse por mis ojos cuando recobro la calma
compañera de mis risas y mis tristezas más vanas

Ella (la que soy), se columpia en los recuerdos de la que ya he sido
y recoge afanes, pausas, prisas, llantos, carcajadas
cabalgando el tiempo, valiente, a horcajadas
se posa en mi aliento y con sueños nuevos me adorna el vestido

Ella es la que soy y seré aun a pesar tuyo, aun a pesar mío
quien me da certezas en mis diarias luchas
la que en el silencio de mi yo ausente me escucha
la que me da el centro mientras desvarío

Juguetona, loca, tímida y a veces muy valiente
es la niña amiga que a veces relego
la amiga sincera, dispuesta al consejo
cuando me atribulan el mundo y su gente

Ella (la que soy), presencia constante
también la que sido -con buen o mal talante-
es mi compañera augusta en el camino
con la que comparto trayecto y destino.

B. Osiris B.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Difuminado



Difuminado

Como en sueños percibo realidades
dolorosas muchas
alegres otras tantas
indescriptivas más
Vapor, éter, ensueño

Patricia Lara P

Mi tristeza

 Mi tristeza  Se dibujará sólo un instante en un brillo o en un oscurecimiento de mi mirada. De ahí en más. Si alguna vez acaso, se asoma po...