viernes, 8 de julio de 2016

Miruso



Miruso 


Miruso llegó un día a la puerta de una maravillosa mujer. Su instinto le indicaba que era el puerto al que debía arrimarse para tener la vida que merecía.
Hoy Miruso recibe amor y lo devuelve con compañía, y dulces ronroneos.
Mi amiga Lourdes. Ya amaba a su familia desde siempre. Pero ahora su cara resplandece cuando va al parque a hacer sus ejercicios y Miruso va con ella. Y ni hablar de su regreso a casa cuando él, imperativo pide agua y comida para luego dormir y descansar.
Miruso ahora tiene un hogar. Y mi amiga tiene otro amor que la llena de felicidad.

Patricia Lara P.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me acuerdo (II) El velorio

 El velorio  Me acuerdo cuando  en la casa de la abuela velaron esa niña recién nacida. Me acuerdo que le pusieron mi vestido y zapatos de b...