Mentiras
Yo no digo mentiras. Y menos
mentiras intrascendentes. Es que después hay que decir otra y otra
mentira y a pesar de tener una memoria envidiable. A veces, las cosas no
cuadran. Y entonces sucede que a la primera mentira descubierta; uno pierde la fe. Lo cual es lógico, o
lo que es aún peor. La gente pierde la fe en nosotros. Y es que si se
miente en una pendejada qué podremos decir de otras situaciones.
Las mentiras a nada conducen y la verdad por tonta o molesta que sea lo deja a uno tranquilo. La tranquilidad de conciencia digo yo.
Las mentiras a nada conducen y la verdad por tonta o molesta que sea lo deja a uno tranquilo. La tranquilidad de conciencia digo yo.
Patricia Lara P.
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