Escribí para ti un soneto en el aire
el viento lo borró.
Entonces…
las letras germinaron en las hojas de
los árboles.
Escribí para ti un poema en la arena
el agua lo borró.
Entonces…
Las letras germinaron en las algas
marinas.
Escribí para ti un cántico en la
torre de una iglesia vieja
el musgo lo cubrió.
Entonces…
Las letras germinaron en las notas
del campanario antiguo.
Escribí para ti unas rimas en el nido
de un ave
la lluvia las borró.
Entonces…
Las letras germinaron en las plumas
de aquellos polluelos.
Escribí para ti una bella
tonada
cada una de las células de
mi piel
tiene una nota, un verso, un son, una
tonada.
No hay poder humano que borrar pueda
la canción que escribí para ti
con mi sangre y mis lágrimas.
-Mi amor se hizo poema-
y rima y entona la melodía eterna.
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