Dos “pepazos” fueron suficientes para dejarlo frío
y seco en aquel callejón. Renzo soltó un grito sordo, un lamento y la palabra
“hermano” murmurada en la oscuridad. Pasos apresurados en aquella noche
lluviosa. Dos escalones, un resbalón y silencio súbito. Al amanecer, el titular
en la prensa: ASESINATO Y ACCIDENTE: Muere asesino por fractura de cráneo al
huir de escena del crimen.
B. Osiris B.
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