He hecho un acto de contrición
y me he dado cuenta que he sido
vanidosa
y que he obrado como si Dios fuera.
Me he molestado frente a las acciones
de las personas
y al hacerlo y alejarlas de mí, obré con vanidad
y obre con imponencia.
No soy Dios;
A Dios gracias no lo soy.
No deseo tanta responsabilidad
y por lo tanto
Trataré de enmendarme,
trataré de corregir mis propios
errores,
trataré de juzgar menos o nada;
y si de todas formas lo hago
valoraré los actos; las acciones y no al individuo.
Hoy yo he hecho un acto de contrición
pues me he dado cuenta
que la vida cobra por si misma las
facturas
y nos premia o nos llama la atención
o nos castiga.
Por vida hablo de Dios.
Del Dios que es padre y nos mira
amorosamente
y no del Dios que castiga.
Hablo del Dios que sabe lo que
necesitamos,
del Dios que nos enseña
y nos lleva despacio hacia sus
brazos.
Yo;
hoy mientras me duchaba… pensaba.
Hice hoy yo un acto de contrición
y espero de todo corazón enmendar mis
errores
y cada día cometerlos menos.
Amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario