lunes, 17 de septiembre de 2012

Heridas


Mi corazón herido estaba
mi cuerpo en la penumbra se marchitaba
mis labios mustios un beso tuyo anhelaban
mi alma polvorienta, vacía... suspiraba
mis manos incansables te buscaban
mis ojos sin tu luz se apagaban
mi cerebro incansable trasegaba
Mi corazón herido estaba
Hasta que llegaste tú
y todo cobro vida y esperanza
mientras mi corazón feliz... sanaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Las margaritas de Octavio

Las margaritas de Octavio  Octavio amaba las margaritas, pétalos blancos con corazón dorado; repleto de dulce polen. Pero en la calle ochent...