La vejez es inmisericorde. Aquel que logre llegar a viejo debe soportarlo todo. Pero principalmente la invisibilidad.
Dejamos
a nuestros padres por ley divina(?) y nuestros hijos hacen lo propio.
Normal. Algunos son más afortunados y consiguen que alguien pague por
su cuidador o que alguno de los miembros de la familia se convierta en eso y deba
asumir no sólo la responsabilidad sino el malagradecimiento de los que
nada hacen, pero critican. Por donde uno lo mira triste y doloroso.
Patricia Lara P.
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