Me desnudé y entré en la ducha
dejé que el agua cálida
se deslizara por mi piel
lentamente.
Cerré con fuerza los ojos
e imaginé mis pecados
más íntimos,
secretos
irse por el drenaje.
Visualicé mis pensamientos malos
y los buenos -malos-
fluir
salir por el desagüe.
Los vi flotar
hacer un remolino
y partir
lejos.
Y quedé pura
Renovada.
Y de pronto mi mente
se llenó de imágenes,
de sueños
de pensamientos nuevos
y no tan nuevos
los puros y también los impuros
y los vi adherirse a mi
pegarse
Temerosos del agua,
del drenaje y de la lejanía
y también por supuesto del olvido fatal.
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