
De repente
y sin proponérselo siquiera
comprendió
que se había enamorado
de sí misma.
(Ilustración de Yolanda de la Colina Flores)
Las margaritas de Octavio Octavio amaba las margaritas, pétalos blancos con corazón dorado; repleto de dulce polen. Pero en la calle ochent...
No hay comentarios:
Publicar un comentario