El hombre tuvo esa necesidad urgente de salir de su casa, de caminar por la vereda oscura y fría. Era la necesidad de cada mes durante muchos años. Caminó primero agachado, con las manos entre los bolsillos, protegiéndose quizás de la inclemencia del tiempo, luego se fue enderezando y paulatinamente su andar se hizo más seguro.
Al cabo de un rato ya estaba en medio del ruido de la ciudad, de las gentes que aprisa se dirigían a sus casas, sus trabajos, sus actividades. Eran muchos y su estado de ánimo se ensombreció un poco. Deambuló por calles más oscuras y silenciosas, buscando. Buscándola a ella. Al cabo de unas horas, seguramente dos o tres; en una calle oscura; vio una silueta que se le aproximaba. Se dio cuenta al ver el brillo de sus ojos que era su próxima víctima. Si textual y claramente él hoy, esta noche lo sería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario