domingo, 18 de abril de 2021

Horror

 

Entró a quirófano. Su madre había donado su rostro ya que según los doctores no había ninguna posibilidad de que sobreviviera a aquel terrible accidente. Sus órganos incluso eran inservibles debido al trauma tan terrible de la colisión.

Pasaron las horas, en las que con sumo cuidado le fueron retirando uno a uno los músculos, cortaron con delicadeza venas y arterias.
Igual hicieron con la que sería su receptora.
De pronto con horror absoluto médicos y enfermeras, todo el personal médico vio como su cuerpo empezaba a cobrar vida. 
Los milagros existen. No lo son para todos. Su rostro ya estaba instalado en el cuerpo de esa otra chica.  Todo lo que vendría para su futuro seria un horror, un absoluto horror.

Patricia Lara P

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