Hoy salí a caminar. Necesitaba hacer unos pagos de bancos, así que aproveché para hacer un poco de ejercicio.
Mientras camino observo y pienso, o al contrario.
Noto
una huella de sangre en el piso. Es como si alguien corriera y dejara el rastro sangrante de su pie izquierdo. Al parecer el individuo corría
pues las zancadas son largas. Unas dos cuadras más adelante siento o
percibo o creo. El personaje fue alcanzado de nuevo por su agresor y la
huella de la sangre cambia. Ahora es un chorro de sangre.
Me da algo así como miedo, terror quizás. Parece que el herido, va aferrándose a las rejas. Pierde y pierde sangre unas tres cuadras más.
Siento, pienso, creo que no es posible que no consiguiera ayuda. Que nadie lo notara.
Creo que si realmente una persona fue herida no pudo sobrevivir.
Me
da tanta angustia que prefiero pensar otras cosas. Creer por ejemplo
que alguien hacia un experimento y sólo fue un actor con sangre
ficticia.
El recuerdo de esta mañana regresó y por eso lo cuento. Claro que puede haber sido sólo imaginación mía.
Ojalá así sea.
Patricia Lara P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario