viernes, 29 de mayo de 2015

Dormir



Dormir

Dormí tan profundamente que sentí algo de miedo al despertar.  Dormir de esa manera es algo así como morir un poco.  Una pequeña muerte quizá.  Pero una muerte al fin y al cabo.
No sentí el tiempo que pasaba.  No soñé absolutamente nada.  Mis manos apretadas sobre el pecho y una inmovilidad extraña fue lo que yo sentí.
Me desperté aun cansada.  Con el cuerpo pesado y la sensación rara de estar mi alma llegando de nuevo hasta mi cuerpo; después de haber viajado un largo trecho.
El cascaron vacío se llenó con mi espíritu y volví a ser yo. 
Yo con mis gustos, y con mis disgustos.  Con mi esencia y olor.  Con mis alegrías y mis dolores.  Pero aun, con la sensación extraña de no ser completamente yo.  De no ser plena y absolutamente yo.  Sentí como si hubiera dejado algo mío en el viaje.

Patricia Lara P.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me acuerdo (II) El velorio

 El velorio  Me acuerdo cuando  en la casa de la abuela velaron esa niña recién nacida. Me acuerdo que le pusieron mi vestido y zapatos de b...