Cristal rajado
Una ventana grande, grande, vidrios empañados por la mugre de años. Grasa, sudor, agua, sal, polvo; todo tan empegotado que apenas sí deja vislumbrar el interior o el exterior. Y él con una como bruma en la cabeza, con pensamientos incipientes que apenas si mueren al nacer. Un niño de dos años, a veces. Y otras un anciano con Alzheimer terminal. Babeando y balbuceando siempre, constantemente, incoherencias todas. Y esa mente que pudo ser brillante se rompió tan de golpe, que nadie se enteró, ni él siquiera. Absurdo, absurdo todo. Absurdo hasta el final, el final de los días. ¿Qué días? ¿Cuáles días? Cristal rajado.
Patricia Lara Pachón
>^-^<