Soy, fui yo
Y fue ahí donde afloró el imbécil y la
dejó sola mirando aquella calle polvorienta. Pensando en el pasado,
temiéndole al futuro mientras una única lágrima salada, llegó a la comisura de
sus labios.
Fue ahí cuando caminó sin prisa
desandando el camino. Tratando de poner un recuerdo lindo, limpio en la
herida recién abierta.
Fue ahí cuando al mirar atrás vio su
silueta alta y grácil alejándose.
Ahí en ese instante se sacudió el
cabello, saboreó la lágrima y caminó de prisa para enfrentarse al mundo y a sus
circunstancias.
Ahí, se descubrió a sí misma y supo cuánto
valía.
Patricia Lara P
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