La tenía entre mis brazos.  No pegué ojo
 en toda la noche pues es, y era ella la mas demandante personita del 
universo y sus alrededores.  Una enfermera se me acerca y me dice que le
 va a dar tetero, yo le pido que no, pues deseo alimentarla yo misma con
 mi leche materna.  Ella; la enfermera insiste y dice que le dará la 
fórmula con cuchara.  Acepto y la toma en sus brazos alimentándola.  
Guarda silencio mientras come y apenas termina inicia el llanto que la 
caracteriza cada vez que no está pegada de la madre. Así fue por dos muy
 cortos años.  Como garrapatica.  
Como siempre ha 
mostrado deseo de ir a estudiar, se le matrícula en "Marcadores" muy 
graciosa aborda el auto que la conducirá hasta allí.  El uniforme es 
como para una muñeca.  Confeccionado especialmente para su tamaño.  La 
veo que parte feliz.  Yo, me quedo huérfana y con lágrimas en los ojos.
Ella ha sido mi amor loco.  Mi muñeca.  El ser que más debo proteger en la vida.
Te amo hija mía.
Yo.
Patricia Lara P.
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