miércoles, 25 de enero de 2017

Laura G. L.

La tenía entre mis brazos.  No pegué ojo en toda la noche pues es, y era ella la mas demandante personita del universo y sus alrededores.  Una enfermera se me acerca y me dice que le va a dar tetero, yo le pido que no, pues deseo alimentarla yo misma con mi leche materna.  Ella; la enfermera insiste y dice que le dará la fórmula con cuchara.  Acepto y la toma en sus brazos alimentándola.  Guarda silencio mientras come y apenas termina inicia el llanto que la caracteriza cada vez que no está pegada de la madre. Así fue por dos muy cortos años.  Como garrapatica.  
Como siempre ha mostrado deseo de ir a estudiar, se le matrícula en "Marcadores" muy graciosa aborda el auto que la conducirá hasta allí.  El uniforme es como para una muñeca.  Confeccionado especialmente para su tamaño.  La veo que parte feliz.  Yo, me quedo huérfana y con lágrimas en los ojos.
Ella ha sido mi amor loco.  Mi muñeca.  El ser que más debo proteger en la vida.
Te amo hija mía.
Yo.
 
Patricia Lara P.

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