Primero fue intuirte
segundo conocerte
tercero reconocerte
cuarto enamorarte
y quinto entregarte
la mujer que soy yo
la que explota en colores
y en amores
en sueños e ilusiones.
Las margaritas de Octavio Octavio amaba las margaritas, pétalos blancos con corazón dorado; repleto de dulce polen. Pero en la calle ochent...
No hay comentarios:
Publicar un comentario