Flujo de conciencia II
Yo
¡Qué rico como el viento mece las hojas de los árboles!... debo ponerme las pilas, no he hecho las llamadas para los medicamentos de mamá, pero estoy lavando la ropa, ¡y además tengo que recoger y doblar la otra!... Déjame aprovechar barrer mientras escucho un audio, ¡Dios, que no se me olvide llamar para lo de los medicamentos!... ¿Qué será ese olor extraño?, mejor enciendo un par de velas y el incienso rapidito para ir por algunas verduras y la brincha de carne. ¿De qué será ese bendito olor extraño?, tengo que buscarlo y limpiar cuando lo encuentre... Pongo agüita en las plantas y voy a lo de las llamadas... ¡aún no tiendo la cama!... Cuando salga, que no se me olvide que debo comprar el foami y el pegante... Se me está yendo la tarde y aún no he paseado a Capi; el arroz está seco, lo tapo y me siento un ratito con el gato que quiere mimos. Lau tiene hambre, ¿será que le preparo algo? ¡Tan lindo Capi, como se saborea mendigando! ¡Qué rica brisa que mueve las hojas de los árboles!, esos pétalos se ven bellos al caer... ¡Empezaron a llover, llover flores y esta lluvia amarilla que dora la calle está como para escribir un cuento!... Con esta humedad se me tardará más en secar la ropa... No me está rindiendo la tarde, ¡y todavía tengo que llamar por las medicinas de mamá!
Patricia Lara Pachón
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