Tómame de las manos,
Acércame.
Deja que me mire en tus ojos,
Abrázame.
Navega en mi cuerpo,
Hazme tuya;
Poséeme.
No dejes un rincón en mí,
Que no sea tuyo,
Colonízame.
Se bien que lo deseas,
Ámame.
Pues yo también lo quiero,
Enloquéceme.
Las margaritas de Octavio Octavio amaba las margaritas, pétalos blancos con corazón dorado; repleto de dulce polen. Pero en la calle ochent...
El nombre de tu blog es de lo más auténtico y honesto :)
ResponderEliminarSaludos,
Ana Rosa
Gracias Ana Rosa. Eso es lo que intento ser.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es lo que eres, auténtica y honesta...
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